Mia es la venganza capitulo 72

En el episodio 72 de "Mía es la venganza", la trama se intensifica mientras Mía, la protagonista, se acerca cada vez más a su objetivo de vengarse de aquellos que le hicieron daño en el pasado.

Esta serie de televisión, producida en México y transmitida por la cadena Televisa, ha cautivado a la audiencia con su historia de amor, traición y venganza.

En el capítulo anterior, vimos cómo Mía se enfrentó a su exnovio, Santiago, a quien ella creía responsable de la muerte de su hermano. Sin embargo, descubrió que en realidad fue su propia madre quien lo asesinó y que Santiago solo estaba tratando de protegerla de la verdad. Este shock emocional lleva a Mía a cuestionarse si su sed de venganza es realmente justificada. Pero en el episodio 72, Mía decide seguir adelante con su plan de venganza, convencida de que debe pagar por sus acciones.

Mientras tanto, su exnovio Santiago lucha con sus propios sentimientos hacia ella y su culpa por haberle mentido durante tanto tiempo. La tensión entre Mía y Santiago se hace cada vez más palpable, a medida que Mía continúa su juego de manipulación y mentiras para destruir a su exnovio y a su familia. Sin embargo, su plan se ve amenazado cuando aparece un nuevo personaje en la historia: Valentina, la hermana de Mía, a quien ella creía muerta.

Valentina, quien supuestamente había muerto en un incendio en la casa de su familia, ha estado viviendo en secreto todo este tiempo.

Ahora, reaparece en la vida de Mía con la intención de vengarse de ella por haberla dejado atrás y por sufrir en silencio durante todos estos años.

Esta revelación sacude a Mía y la hace cuestionar sus acciones y su verdadera motivación para buscar venganza.

Mientras tanto, Santiago también se enfrenta a un dilema moral cuando descubre que su padre, quien siempre ha sido un modelo a seguir para él, está involucrado en una red de corrupción.

Esta revelación lo obliga a tomar una decisión difícil sobre si debe proteger a su familia o hacer lo correcto y enfrentar a su padre. En medio de todo esto, Mía continúa con sus juegos manipulativos, incluso con su propio padre, quien está tratando de protegerla y ayudarla a superar su dolor.

Pero Mía está cegada por su sed de venganza y está dispuesta a hacer cualquier cosa para lograr su objetivo, incluso si eso.